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Introducción

Cuando pensamos en diciembre solemos imaginar reuniones, cenas especiales y cambios de rutina. Lo que pocas veces tenemos en cuenta es que nuestro cuerpo también está “digiriendo” el invierno: más comidas fuera de casa, horarios alterados, algo más de ansiedad y, muchas veces, menos tiempo para escucharnos.

En QuiroVital Málaga queremos proponerte un consejo de diciembre muy sencillo, pero poderoso: aprender a observar cómo responde tu digestión y tu cuerpo después de las comidas, y acompañarlo con pequeños gestos de cuidado y, si lo deseas, con un masaje relajante o terapéutico que te ayude a cerrar el año con mayor ligereza.


Por qué diciembre se nota en el estómago (y en todo el cuerpo)

Diciembre no es un mes más, hay factores que se repiten cada año:

  • Cenas de empresa, reuniones de amigos y comidas familiares.

  • Cambios de horarios: comemos más tarde, cenamos más tarde, dormimos diferente.

  • Más azúcares, grasas y alcohol de lo habitual.

  • Aumento del estrés por cierres de año, trabajo y organización de fiestas.

Todo esto hace que el sistema digestivo tenga que trabajar más y, además, lo haga muchas veces en un contexto de tensión emocional. Cuando la mente va acelerada, el cuerpo suele responder de varias maneras:

  • Sensación de hinchazón abdominal o pesadez.

  • Cambios en el tránsito intestinal.

  • Dolor lumbar o tensión en la zona media de la espalda.

  • Postura encorvada, que comprime más el abdomen.

  • Respiración corta y superficial, que no ayuda a relajar la zona digestiva.

No se trata de “algo grave” ni de entrar en alarma, sino de escuchar a tiempo esas señales para responder con cuidado y no solo con resignación.


Consejo de diciembre: tu pausa consciente después de comer

El consejo de este mes es tan sencillo que puede parecer mínimo, pero bien aplicado marca la diferencia:

Después de una de tus comidas principales, dedica 1–2 minutos a observar tu digestión y tu cuerpo.

No es meditar, no es hacer una rutina larga. Es simplemente parar, respirar y mirar hacia dentro.

1. Observa tu abdomen

Siéntate cómodo, con los pies apoyados en el suelo y la espalda lo más erguida posible (sin rigidez). Lleva una mano al abdomen y pregúntate:

  • ¿Siento mi barriga ligera, pesada o muy llena?

  • ¿Hay zonas más tensas o duras al tacto?

  • ¿Siento calor, frío, hormigueo o presión?

No busques “arreglar” nada, solo date cuenta de cómo estás.

2. Revisa tu postura

Muchas molestias digestivas empeoran cuando nos quedamos rato sentados o tirados en el sofá en una postura que comprime el abdomen.

Pregúntate:

  • ¿Estoy encorvado hacia adelante?

  • ¿Estoy cruzando las piernas de forma que mi pelvis se bloquea?

  • ¿Mi cabeza está adelantada mirando el móvil?

Prueba a:

  • Sentarte bien, con la base del cuerpo bien apoyada en la silla.

  • Alargar suavemente la columna hacia arriba.

  • Dejar que los hombros caigan lejos de las orejas.

Notarás que, solo con eso, la respiración entra más fácil.

3. Respira hacia la barriga

Haz entre tres y cinco respiraciones profundas, pero suaves:

  1. Inhala por la nariz contando 3 o 4 segundos, dejando que el aire llegue a la parte baja del abdomen.

  2. Exhala lentamente contando 5 o 6 segundos, como si soltaras el aire por un sorbete imaginario.

  3. Con cada exhalación, imagina que el abdomen se ablanda y se suelta un poco más.

Este pequeño ejercicio ayuda a:

  • Activar el sistema nervioso parasimpático, el que favorece la digestión y el descanso.

  • Reducir la sensación de presión interna.

  • Conectar mente y cuerpo, para no seguir comiendo o moviéndote “en automático”.


La relación entre estrés, digestión y tensión muscular

No es casual que muchas personas noten, en épocas de más estrés, una combinación de:

  • Molestias digestivas.

  • Dolor o rigidez en espalda, cuello o trapecios.

  • Cambios en la respiración.

Cuando el cuerpo entra en modo “alerta”, la sangre se dirige más a la musculatura y menos al sistema digestivo. Si esto se mantiene en el tiempo, no es raro sentir:

  • Digestión pesada.

  • Sensación de nudo en el estómago.

  • Dificultad para relajarse incluso estando en casa.

Aquí es donde los pequeños gestos diarios (como la pausa de 1–2 minutos después de comer) pueden combinarse muy bien con tratamientos manuales que ayuden al cuerpo a salir de ese estado de alerta.


Otros hábitos sencillos que ayudan en diciembre

Además de este consejo de escucha y respiración, hay otras acciones simples que pueden acompañarte durante el mes:

Hidrátate de forma consciente

El frío y las fiestas hacen que, a veces, bebamos menos agua y más bebidas azucaradas o alcohólicas. Intenta:

  • Tomar agua a pequeños sorbos a lo largo del día.

  • Incluir infusiones suaves (sin usar plantas de forma medicinal sin supervisión profesional).

  • Beber lentamente durante las comidas, sin “tragar” grandes cantidades de golpe.

Cuida las cantidades y el ritmo

No se trata de prohibirse alimentos, sino de escuchar el punto de saciedad:

  • Come un poco más despacio, dejando el cubierto sobre el plato unos segundos entre bocado y bocado.

  • Observa en qué momento tu cuerpo te dice “ya es suficiente”, aunque en la mesa haya más comida.

Muévete con suavidad después de comer

No hace falta ir al gimnasio inmediatamente. A veces, un movimiento suave es suficiente:

  • Un paseo tranquilo de 10–15 minutos.

  • Estirar suavemente la columna hacia arriba y hacia los lados.

  • Evitar tirarse en horizontal justo después de una comida muy abundante.


Cómo puede ayudarte QuiroVital Málaga a aliviar tensión y pesadez

En QuiroVital Málaga trabajamos cada día con personas que llegan con una mezcla de cansancio, molestias digestivas, rigidez muscular y estrés acumulado. Los masajes y tratamientos que ofrecemos no sustituyen un diagnóstico médico ni un tratamiento sanitario cuando es necesario, pero sí son una excelente herramienta de bienestar para acompañar estos procesos.

Masaje relajante con aceites esenciales

Ideal si sientes:

  • Estrés mental y emocional.

  • Tensión generalizada en espalda, cuello y hombros.

  • Sensación de “no poder desconectar”.

El masaje relajante:

  • Utiliza maniobras suaves y rítmicas que ayudan al sistema nervioso a pasar de “modo alerta” a “modo descanso”.

  • Favorece una respiración más profunda y pausada.

  • Invita al cuerpo a soltar tensiones que suelen afectar también a la digestión, como la rigidez en la zona dorsal y lumbar.

Maderoterapia corporal

La maderoterapia corporal utiliza diferentes utensilios de madera mediante maniobras específicas para:

  • Activar la circulación.

  • Favorecer el drenaje.

  • Mejorar la sensación de retención y pesadez corporal.

En épocas como diciembre, donde se come distinto y se retiene más líquido, puede ser una buena aliada para:

  • Sentirte más ligero.

  • Acompañar cambios de hábitos.

  • Estimular la percepción de tu propio cuerpo, recuperar tono y energía.

Reflexología podal

Los pies son un mapa reflejo de todo el cuerpo. En una sesión de reflexología podal:

  • Se trabajan puntos concretos relacionados con el sistema nervioso, digestivo y circulatorio.

  • Se facilita una profunda sensación de relajación general.

  • Muchas personas refieren mejor descanso nocturno y sensación de “reset”.

En el contexto de nuestro consejo de diciembre, la reflexología podal puede ser una forma de:

  • Cerrar el círculo de tu pequeño ritual diario.

  • La reflexología podal favorece el equilibrio interno de tu cuerpo


Integrar el consejo de diciembre en tu rutina

No hace falta cambiar toda tu vida para notar beneficios. Puedes empezar por algo tan sencillo como:

  1. Elegir una comida al día para hacer tu pausa consciente de 1–2 minutos.

  2. Reservar, si lo sientes necesario, una sesión de masaje relajante, profundo, maderoterapia corporal o reflexología podal durante el mes de diciembre.

  3. Ver estas acciones como una forma de cuidado preventivo.


Diciembre como punto de partida, no como final

A veces utilizamos diciembre solo para hacer balance mental: objetivos cumplidos o no, proyectos, deseos para el año siguiente. Te proponemos que, este año, incluyas también a tu cuerpo en ese balance.

Pregúntate:

  • ¿Cómo llego físicamente a final de año?

  • ¿Qué me está pidiendo mi cuerpo: descanso, alivio, mimos, energía?

  • ¿Qué pequeño compromiso puedo asumir conmigo para el próximo año?

Quizás la respuesta sea tan simple como:

  • “Voy a escuchar más mi digestión y mi respiración.”

  • “Voy a permitirme un masaje cuando lo necesite, no solo cuando ya no aguanto más.”

  • “Voy a buscar momentos de pausa en lugar de empujarme siempre un poco más.”

En QuiroVital Málaga te esperamos para ayudarte a transformar este consejo de diciembre en una experiencia real de bienestar.

 

Cada sesión se adapta a tus necesidades, tu momento vital y tu nivel de sensibilidad.

Si sientes que este diciembre quieres llegar al final del año con menos tensión y más ligereza, estaremos encantados de acompañarte.

 

Diciembre es un mes intenso, sí. Pero también puede ser el comienzo de una relación más amable con tu cuerpo. Empieza por escucharlo unos minutos cada día… y, cuando lo necesites, déjate cuidar en QuiroVital Málaga. 🌿💚

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